Los neandertales fueron
una especie humana que vivió en Europa unos 200.000 años como mínimo y que
desapareció hace unos 40.000, precisamente cuando nuestra propia especie, el
Homo sapiens, llegó al continente. Se trata de un espacio de tiempo descomunal:
si lo comparamos con la invención de la escritura, que marca el final de la Prehistoria
y el principio de la Historia, estamos hablando de sólo 6.000 años, una
fracción mínima del tiempo que los neandertales habitaron Europa. Éstos supieron
adaptarse a cambios climáticos extremos y sobrevivieron durante miles y miles
de años a las brutales condiciones de las Glaciaciones. Pero, en un periodo muy
corto, desaparecieron de los registros arqueológicos y su extinción plantea una
pregunta: si ellos desaparecieron, ¿por qué nosotros seguimos aquí? En los
últimos años, gracias entre otras cosas a excavaciones en la cueva asturiana
del Sidrón, la idea de que fueron unos seres brutos, sin apenas luces, se ha difuminado.
Se medicaban, cuidaban a sus ancianos, decoraban sus cuerpos con colores y
plumas, habían sido capaces de producir dibujos geométricos y poseían el gen
FoxP2, que permite el lenguaje.
Pero este hallazgo,
basado en una nueva datación de pinturas, va más allá porque les convierte en
nosotros. La pregunta de qué nos convierte en humanos tiene muchas respuestas,
pero una de las más frecuentes es precisamente esa: la capacidad para producir
arte y contar historias. Ahora sabemos que ellos también la tenían. Entonces,
queda la pregunta más inquietante: ¿qué les llevó a desaparecer después de
vagar por la tierra durante tanto tiempo? Seguramente no existe una respuesta
y, desde luego, no existe una respuesta única. ¿Les matamos los Homo sapiens?
Es posible, aunque también desaparecieron de lugares que no habían alcanzado
los sapiens. ¿Cambió su ecosistema con la llegada de nuestra especie? ¿Se
adaptaban peor a las transformaciones? ¿Les dejamos sin caza? Puede ser. En
cualquier caso, la confirmación de la complejidad de su inteligencia constituye
una terrible advertencia sobre la fragilidad de la especie humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario