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miércoles, 11 de octubre de 2017

El ducado de Borgoña

Borgoña es una región histórica de Francia. Con la Revolución francesa de finales del siglo XVIII, las divisiones administrativas propias de las antiguas provincias de origen medieval se suprimieron y no fueron restauradas hasta la V República, en los años 1970. La región administrativa de la actual región de Borgoña comprende la mayor parte de lo que fuera el histórico ducado de Borgoña y su capital es Dijon. La antigua Borgoña estaba situada al centro-noreste del país, y en la remota Antigüedad la región estuvo habitada por celtas o galos y fue ocupada por los romanos tras la conquista en tiempos de Julio César. En el siglo V, los galorromanos de la provincia se aliaron con los burgundios, uno de los pueblos germánicos que llenaron el vacío de poder dejado tras la caída del Imperio de Occidente. También se identifica a los burgundios como oriundos de Escandinavia y de las tierras bañadas por el mar Báltico. No resulta sencillo establecer esta conexión histórica dado que en los siglos IV y V, sobre todo, se produjeron grandes migraciones de pueblos nórdicos y germánicos que se dilataron varias generaciones en el tiempo. Los godos, por ejemplo, se localizan en distintos escenarios geográficos de Europa oriental a partir del siglo III, cuando empiezan a migrar a Occidente a consecuencia del empuje de los hunos, principalmente. En 411, los burgundios cruzaron el Rin y establecieron su reino en Worms. En el siglo V, en medio de las luchas entre romanos y hunos, el reino burgundio ocupó las tierras en la zona que hoy se encuentra delimitada por las fronteras de Suiza, Francia e Italia. En 534, los francos derrotaron a Gondomaro, el último rey burgundio, y se anexionaron sus territorios, aunque el reino burgundio continuó como tal bajo la égida de los monarcas francos. Más tarde, la región se dividió entre el ducado de Borgoña (al oeste) y el condado de Borgoña (al este). El ducado de Borgoña es el más conocido de ambos, convirtiéndose más adelante en la provincia francesa de Borgoña, mientras que el condado de Borgoña se convirtió en la provincia francesa del Franco-Condado, que permaneció bajo soberanía española hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1714. La actual división administrativa de Borgoña tiene sus raíces en la disolución del imperio carolingio. En los años 880, hubo hasta cuatro Borgoñas: los reinos de la Alta y Baja Borgoña, el Ducado y el Condado.
Durante la Edad Media, Borgoña fue la sede de algunos de los más importantes monasterios, entre ellos Cluny, Citeaux y Vézelay. En tiempos de la Guerra de los Cien Años (1337-1453), el rey Juan II de Francia dio el ducado a su hijo menor, Felipe el Atrevido. El ducado de Borgoña pronto se convirtió en un importante rival de la corona de Francia. La magnífica corte de Dijon rivalizaba con la corte francesa tanto económica como culturalmente. En 1477, durante la guerra de Borgoña, el último duque borgoñés, Carlos el Temerario, resultó muerto en la decisiva batalla de Nancy y, dado que no tenía heredero varón, el ducado fue anexionado por Francia. No obstante, la parte septentrional (Flandes) fue ocupada por los austríacos tras el matrimonio entre Maximiliano de Habsburgo y María de Borgoña, única hija del duque Carlos el Temerario. El nieto de ambos, Carlos V, reinaría también en España, pero fracasó en su intento de anexionarse Borgoña, a pesar de las victorias militares obtenidas sobre el rey Francisco I de Francia.


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