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jueves, 7 de diciembre de 2017

El desastre del Barranco del Lobo en 1909

Este luctuoso episodio de nuestra Historia tuvo su origen en la compra de unas explotaciones mineras por parte de empresas españolas a El Rogui, un caudillo rifeño rebelde enfrentado al sultán de Marruecos, Abd al-Aziz, al que apoyaban Francia y España. El Rogui era el jefe de las tribus rifeñas que no reconocían la autoridad del Sultanato de Marruecos, y se habían proclamado independientes. Sin embargo, cuando El Rogui vendió las explotaciones mineras a los europeos, muchas tribus que hasta entonces le eran fieles, se sintieron traicionadas y empezaron a hostigar a los trabajadores de las explotaciones consiguiendo paralizarlas. El Rogui, fue apresado por el sultán de Marruecos y encarcelado hasta su muerte. Presionado el Gobierno español por las compañías mineras y por el Gobierno francés, debido a sus intereses económicos en la zona, se consiguió volver a poner en marcha las explotaciones mineras. Cuando parecía haberse recuperado la normalidad, todo saltó por los aires y el 9 de julio los rebeldes rifeños atacaron las obras del ferrocarril destinado a la exportación del mineral extraído y mataron a varios trabajadores. Cuando la noticia llegó a Madrid, el Gobierno, presidido por Maura decidió movilizar a los reservistas. Esta movilización generó muchas protestas y manifestaciones contrarias al envío de tropas, teniendo su expresión más dramática en la Semana Trágica de Barcelona que tuvo lugar del 26 de julio al 2 de agosto de ese mismo año. Tras varios días de escaramuzas, el 27 de julio de 1909, un columna dirigida por el General de Brigada don Guillermo Pintos fue sorprendida y atacada en el Barranco del Lobo. Se produjo entonces una cruel matanza en la que más de 1.000 soldados españoles, entre ellos el general Pintos, fueron brutalmente asesinados. La escasa instrucción militar recibida por los jóvenes reclutas, lo obsoleto del armamento, el factor sorpresa y la complicada orografía del terreno, precipitaron el desastre. El Gobierno de Madrid siguió enviando tropas hasta acumular más de 40.000 efectivos en la zona. En el mes de noviembre el Ejército español consiguió controlar la zona de Melilla y las explotaciones mineras, aunque a costa de sufrir numerosas bajas. El 29 de septiembre de 1909 las tropas españolas culminaron exitosamente la campaña con la toma del monte Gurugú.

Tropas españolas embarcando en el puerto de Valencia en el verano de 1909

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