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domingo, 7 de mayo de 2017

El trágico destino del Titanic y de sus hermanos gemelos

Entre los supervivientes al naufragio del RMS Titanic estaba la camarera Violet Jessop, una luchadora. Una mujer a la que la vida deparó un destino extraordinario, pues sobrevivió a los accidentes que experimentaron los tres mejores trasatlánticos de la naviera White Star. La joven Violet Jessop salió indemne en 1911 del RMS Olympic, que casi naufragó tras un abordaje fortuito; sobrevivió después al hundimiento del RMS Titanic en abril de 1912, y también se salvó del naufragio del HMHS Britannic torpedeado y hundido en 1916 por un submarino alemán. Tres barcos gemelos pertenecientes a la Clase Olympic y una mujer, Violet Jessop, para contar su increíble experiencia en cada uno de aquellos lujosos barcos predestinados a la tragedia.
Pero aquella subrepticia maldición no sólo afectó a los buques insignia de la compañía White Star. El RMS Lusitania fue otro lujoso transatlántico británico que entró en el servicio de transporte de pasajeros para la compañía Cunard Line —rival de la White Star— el 26 de agosto de 1907. Fue el barco más grande del mundo junto al RMS Mauritania, hasta que la compañía rival White Star Line botó el RMS Olympic y el RMS Titanic, en 1911 y 1912 respectivamente.
El mundo estaba en guerra cuando el 7 de mayo de 1915 el RMS Lusitania fue identificado y torpedeado por el submarino alemán U-20, hundiéndose a unos 18 km frente al cabo de Old Head of Kinsale, Irlanda, en tan solo dieciocho minutos. Esta acción de guerra provocó la muerte de 1.198 personas de las 1.959 que iban a bordo. La tragedia conmocionó al mundo y puso a la opinión pública en contra de Alemania, contribuyendo a la entrada de los Estados Unidos en el conflicto dos años más tarde del lado de Reino Unido y Francia. El hundimiento del RMS Lusitania se convirtió en un icono y fue utilizado por la propaganda anglosajona para justificar la guerra total contra Alemania.
El RMS Lusitania había sido construido por la Cunard Line para obtener la supremacía en el transporte de pasajeros en el Atlántico Norte. Se suponía que la compañía que tuviera los barcos más rápidos y lujosos obtendría una ventajosa posición comercial. El Lusitania y su gemelo Mauritania proporcionaron un servicio regular entre las islas Británicas y los Estados Unidos hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Ambos transatlánticos ganaron para la Cunard Line la Banda Azul, el premio al trasatlántico más veloz en cruzar el océano.
Uno de sus rivales, el HMHS Britannic de la compañía White Star Line, fue el tercer y último barco de la clase Olympic, hermano de los transatlánticos RMS Olympic y RMS Titanic. Su construcción estaba en su etapa inicial cuando el RMS Titanic zarpó en su desventurado viaje inaugural en abril de 1912. El HMHS Britannic había sido construido para transportar pasajeros y debería haber navegado con el acrónimo RMS, pero fue requisado por el Almirantazgo a causa de la guerra y sirvió como buque-hospital y para el transporte de tropas.
El 12 de noviembre de 1916, el Britannic zarpó desde Southampton iniciando su sexto viaje. Después de haber repostado en Nápoles el 21 de noviembre, y cuando cruzaba el canal de Kea en el mar Egeo, a las 8:12 de la mañana hubo una explosión causada por una mina. La explosión causó daños en la amura de estribor. Después hubo una segunda deflagración, esta vez una implosión, que causó serios daños en la estructura del barco, que empezó a escorarse por el lado de estribor. Muchos años después se sigue especulando con la posibilidad de que el buque transportase municiones, de ahí la terrible implosión: desde adentro hacia afuera. El capitán Bartlett ordenó cerrar las compuertas de los compartimientos estancos; pero dos de ellas en las salas de calderas 5 y 6 no se accionaron y el agua empezó a inundar el gran buque. Bartlett intentó hacerlo embarrancar en la isla de Kea (que estaba a tres millas de distancia) para salvar la nave, pero el intento no tuvo éxito, y el Britannic se empezó a hundir más rápido al entrar más agua y emerger las hélices y el timón, quedando casi sin avance. Se ordenó entonces abandonar el buque y se empezaron a arriar los botes salvavidas. A las 9:07, 55 minutos después de la primera explosión, el Britannic se había hundido. Viajaban en él 1.125 personas y murieron en el hundimiento 29 de ellas, cuando los dos botes en los que iban (arriados sin el permiso del puente de mando) fueron succionados por el vórtice de las hélices. En uno de estos botes se encontraba Violeta Jessop (que anteriormente había sobrevivido al naufragio del Titanic y al accidente del Olympic), y que se salvó lanzándose al mar antes de que los botes fuesen destrozados por la hélice. Las más de 1.000 personas que sobrevivieron al naufragio fueron rescatadas por varios barcos tras el hundimiento.
Una insuficiencia cardiaca congestiva se llevó a Violet Jessop en 1971, a la edad de 84 años. Sus restos descansan bajo una sencilla lápida de piedra en el cementerio de Hartest, Suffolk, al noroeste de Londres. Pero antes, en el verano de 1958 su vida de retiro rural experimentó una breve interrupción cuando alguien se acordó de ella y fue entrevistada por una revista de variedades con motivo del estreno aquel mismo año del filme «A Nigth to Remember». En la entrevista subrayó importantes discrepancias con la película dirigida por Roy Ward Baker que quizá también deberían aplicarse a la oscarizada «Titanic» de James Cameron, realizada en 1997. Violet dijo que no era cierto que se encerrase a los pasajeros de tercera clase para impedirles el acceso a las cubiertas superiores del barco. Sin embargo hoy sabemos que no había suficientes botes salvavidas para que pudiesen embarcar todos los pasajeros y salvarse. Los botes se habían eliminado por cuestiones estéticas; para que no ocultasen la majestuosidad del lujoso y malogrado trasatlántico en su viaje inaugural. También se había añadido una chimenea de attrezzo por idénticas razones.
El RMS Lusitania llegando a puerto




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