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sábado, 2 de diciembre de 2017

La leyenda urbana de Nosferatu

El genial director de cine alemán Friedrich Wilhelm Murnau (†1931) alcanzó la fama en 1921 con el estreno de Nosferatu, protagonizada por Max Schreck. En la Alemania de entreguerras dirigió más de una docena de películas y después trabajó en Hollywood. En 1926, ganó tres Oscar con la cinta SunriseCuando murió Murnau en 1931 contaba 42 años. Halló la muerte en un accidente de coche en Santa Bárbara, California. Conducía el coche un menor de edad. Tenía 14 años y se rumoreó que el cineasta mantenía una relación sentimental con el muchacho. Al sepelio acudieron sólo 11 personas, entre ellas la legendaria actriz sueca Greta Garbo. El actor protagonista de la cinta Nosferatu, Max Schreck, que interpreta al longevo vampiro, murió repentinamente con tan sólo 56 años. Sufrió un infarto. Otra de las leyendas sobre el intérprete del conde Orlok es que realmente era un vampiro y que Murnau le pagó por morder de verdad el cuello de la protagonista en la escena final, Greta Schroeder. Uno de los operadores de cámara de la película, Fritz Arno Wagner, también sufrió un fatal accidente laboral en el que se rompió el cuello. El guionista que realizó la adaptación de la novela Drácula de Bram Stoker era admirador del célebre ocultista británico Aleister Crowley. Se vio obligado a abandonar el cine y murió al poco tiempo a causa de un cáncer. La viuda de Stoker, Florence Balcombe, denunció a Murnau por plagio y el director perdió el litigio y fue condenado a destruir todas las copias de Nosferatu. Afortunadamente para los cinéfilos, Murnau no cumplió la resolución judicial y Nosferatu ha quedado como una de las mejores cintas del expresionismo alemán que tanto influyó en los primeros años del cine mudo.


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