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miércoles, 2 de agosto de 2017

El milagro de las moscas de San Narciso

Al invadir Cataluña las tropas de Felipe el Atrevido, el rey de Francia llegó hasta la ciudad de Gerona y sitió la plaza. Pero en su campamento se declaró la peste, que según cuenta la leyenda se debió a la picadura de unas moscas que salieron del sepulcro de San Narciso, patrón de la ciudad, al ser profanado por la soldadesca francesa. Leyendas aparte, en 1283 Felipe el Atrevido apoyó a su tío Carlos de Anjou, rey de Sicilia, en la guerra que sostenía con el monarca Pedro III de Aragón, antiguo cuñado de Felipe, invadiendo Cataluña con seis cuerpos de ejército dentro de la Cruzada decretada por el Papa contra la Corona de Aragón. El apoyo papal, —siempre de parte de Francia y contra los Reinos de España—, además, se debía a que, excomulgado Pedro III, el Papa otorgó la Corona de Aragón a su hijo Carlos de Valois, por ser nieto del rey Jaime I de Aragón. Ni que decir tiene que el rey y la nobleza catalana y aragonesa se rebelaron contra el impío pontífice romano.
En 1285 Felipe el Atrevido invadió Cataluña y llegó a sitiar la ciudad de Gerona el 26 de junio. No obstante, debido a la enérgica resistencia del rey Pedro III de Aragón y, especialmente, a la derrota de la escuadra francesa en la batalla naval de Formigues frente a la armada catalanoaragonesa bajo el mando del gran almirante Roger de Lauria, el sitio de Gerona fue levantado el 7 de septiembre. Las hordas francesas, diezmadas por la peste y afectadas por una epidemia de disentería que se llevó a muchos de ellos bañados en sus propios excrementos, fue derrotado completamente por la Corona de Aragón en la batalla del Collado de los Panizos. El rey Felipe III también falleció entre sus propia heces a causa de la epidemia durante la humillante retirada el 5 de octubre de 1285 en la ciudad de Perpiñán, capital del Rosellón, condado que formaba parte de la Corona de Aragón. Felipe III el Atrevido fue sucedido por su hijo Felipe IV el Hermoso, el rufianesco reyezuelo francés que acabó con la Orden del Templo de Salomón para apropiarse de sus riquezas.
El hacedor del milagro de las moscas, San Narciso, fue obispo de Gerunda (la Gerona romana), y murió martirizado junto al diácono Félix a principios del siglo IV. Su vida aparece narrada en los martirologios de Usuardo y en el de Esquilino. Según estas fuentes (repletas de relatos fabulosos, y de flagrantes contradicciones), Narciso nació en Gerunda en el seno de una familia patricia hispanorromana. Convertido en predicador, él y el diácono Félix visitaron la región de los Alpes y Germania. Luego Narciso se instaló en Augsburgo, donde convirtió a la prostituta Afra y a otras mujeres de su burdel. De regreso a Gerunda, ciudad en la que se supone ejerció de obispo, fue martirizado junto a su diácono y a otros muchos fieles en el mismo lugar donde posteriormente se levantó la iglesia de San Félix. 

Sepulcro de San Narciso en la iglesia de San Félix de Gerona

1 comentario:

  1. Me he interesado por este santo debido a un cuadro restaurado por la diputación de Zaragoza que he visto hoy mismo, sobre San Narciso y el Milagro de las moscas. Gracias por la información

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